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Descubrir Toledo//Ciudad de día

Rodeada por el río Tajo y cobijada en una colina escarpada se alza la ciudad de Toledo. Hablar de ella es también hacerlo de la Historia de España. Sus tierras han cautivado a tantas poblaciones a lo largo de los siglos, que hacerse con su poder ha sido el mayor logro y el anhelo de otros muchos.

Por ello, Toledo también es conocida como la Ciudad de las Tres Culturas. Cada rincón de la urbe desprende tantos relatos, que, pasear por sus calles, resulta lo más parecido a un viaje al pasado.

Toledo, todo un mundo por descubrir

Noche en Toledo

Una ciudad en origen celtibérica, que ha pasado por manos de romanos, visigodos, árabes, judíos y cristianos. La vorágine de culturas ha marcado alguno de los grandes hitos de la historia peninsular.

Uno de los episodios más importantes de la ciudad se produjo en el año 711. El reino visigodo de Toledo, pese a resistirse, fue sometido al Califato de Córdoba. Siglos más tarde, la desintegración del califato dio como resultado la creación del Taifa de Toledo.

El prestigio y poder de la ciudad era innegable. En virtud de ello, la Reconquista no hizo más que posicionar a Toledo en la cúspide del poder: se convirtió en la capital del reino de Castilla. Posteriormente, perdió su autoridad; sin embargo se transformó en un referente del Ejército y la Iglesia.

Ya en la actualidad, tantos episodios han dejado un legado arquitectónico extraordinario. El Alcázar de Toledo, el monasterio de San Juan de los Reyes, la Catedral Primada de España, el Museo del Greco y el Puente de Alcántara son alguno de los maravillosos lugares de visita obligada.

Las bondades gastronómicas de Toledo

Gatronomía y vino en Toledo

Además de cultura, arquitectura e historia, Toledo también es sinónimo de gastronomía. Y de la máxima calidad. Una tradición culinaria que ha originado exquisitos platos, como la perdiz estofada, el cochifrito, las carcamusas y los picadillos (entre muchos otros).

Una gran gastronomía a la que le acompaña su extensa tradición vinícola. Por ello, no es de extrañar que, en los últimos años, no haya parado de crecer el denominado turismo del vino, el enoturismo.

En La Mancha toledana se gestan vinos con características tan singulares, que sus aromas, sabores y colores son reconocidos mundialmente. Un universo por descubrir que nace de unos suelos con características excepcionales. También un clima idóneo para el correcto desarrollo de la vid.

Además, las diversidad de variedades cultivadas propician una gran oferta adaptada a todos los paladares. Vinos jóvenes, crianzas, reservas y un largo etcétera consiguen que Toledo sea el destino perfecto para los amantes del buen vino.

En definitiva, Toledo presenta una oferta turística difícil de igualar. Allí nace la historia de España, la convivencia y diversidad cultural, además de una gastronomía digna de los paladares más sibaritas.