Rutas de Enoturismo

No existe bebida más célebre y vetusta que el vino. Está presente desde tiempos inmemorables con el único objetivo de enriquecer los mejores momentos de nuestra vida.

Es de sobra conocido que con la tradición nace la perfección. Por ello, el mayor viñedo del Europa, el de Castilla-La Mancha, produce excelentes vinos con características muy peculiares.

Vinos para todos los gustos, que hacen de La Mancha el lugar perfecto para degustar lo más parecido al paraíso; un verdadero jardín del Edén para los amantes de esta bebida.

La Mancha toledana y sus vinos

La provincia de Toledo y, en general toda la región, cuenta con una gran oferta para el denominado “turismo de interior”. ¡Porque no todo va a ser turismo de costa! Cada vez más, el centro peninsular va ganando adeptos y, la verdad, es que no sorprende.

Los encantos de la tierra toledana son innumerables, pero hay uno que crece sin cesar: el enoturismo. No es casualidad que el mayor viñedo de Europa sea uno de los destinos preferidos para todos los apasionados del vino.

Y es que las experiencias saben mejor con una copa de vino; pero no una cualquiera. Los vinos que adquieren el sello de la Denominación de Origen La Mancha poseen unas características únicas e inigualables fruto de suelos excepcionales y un clima idóneo para el cultivo de la vid.

El universo de de sabores y matices que proporciona el vino manchego es inagotable. Producen vinos jóvenes, tradicionales, envejecidos en barricas, crianzas, reservas… En definitiva, en La Mancha crean vinos para todos los paladares.

Enoturismo en Toledo

Enoturismo en Toledo- Copa de vino, racimo y vid

Todos los que una vez visitan Toledo, siempre quieren volver. Una ciudad tan acogedora como bonita, puede exprimir los sentidos al máximo. Los amantes del turismo de calidad pueden hacer realidad sus deseos en numerosos rincones de esta joya castellanomanchega.

La antigua capital de España no lo era por casualidad. La multitud de historias y leyendas que alberga en su interior, da para escribir decenas y decenas de libros. Por ello, la unión de cultura, gastronomía y tradición ofrecen al enoturista el destino perfecto donde hacer sus sueños realidad.

Qué lugares visitar en Toledo

Cada paso que das en el casco histórico de la ciudad es una obra de arte. Sin embargo, lo más representativo del lugar es su catedral, así como el fastuoso alcázar, seguido del puente de Alcántara y el museo del Greco.

Una ruta que puedes realizar en tan solo un día (o un fin de semana) y que amenizar en cada parada con un vino de La Mancha.

Sentados en una terraza cualquiera, observando la majestuosa plaza de Zocodover, el monasterio de San Juan de los Reyes o cualquiera de las admirables construcciones que posee la ciudad, maridan a la perfección con una copa de vino y unas aceitunas toledanas.

Los pueblos de Toledo

Pueblos de Toledo

Más allá de la capital, los pueblos de Toledo también rezuman belleza e historia. Localidades en las que hacer enoturismo se convierte en indispensable.

Entre otras, destacan Consuegra con su castillo y molinos; las plazas mayores de Tembleque y Ocaña; El Toboso de la gran Dulcinea y un sinfín de localidades preparadas para contentar a los viajeros más inconformistas.

Localidades manchegas en las que la tradicional y exquisita gastronomía no puede concebirse sin una copa de vino manchego en la mano.