Los encantos naturales de Toledo

La provincia de Toledo cuenta con numerosos paisajes dignos de descubrir por su belleza y singularidad. Algunos, imponentes como los Montes de Toledo, exigen la visita obligada de quien pase por la provincia.

Además, se puede encontrar una gran cantidad de reservas y microrreservas naturales como la Reserva Natural Laguna de la Albardiosa, Sotos del río Milagro o la Reserva Natural Laguna de la Sal.

No olvidemos también que Toledo comparte con la provincia de Ciudad Real el Parque Nacional de Cabañeros. Se tratan de unos enclaves mágicos para preparar una ruta turística, y, por qué no, enoturística.

Algunas microrreservas de Toledo

La microrreserva Garganta de las Lanchas está considerada una reliquia entre los lugares de la provincia, ya que posee un clima y unas condiciones únicas. Está situada al suoreste de Toledo, más concretamente en el sector occidental de los Montes de Toledo.

Mantiene una temperatura y una humedad que posibilitan que las especies que allí habitan puedan conservarse de una manera idónea.

Este tipo de condiciones climatológicas son raramente vistas en otros lugares, por lo que sacan a flote la autenticidad del lugar. En este enclave podemos encontrar fauna y vegetación muy variada, como galápagos, tritones o águilas reales.

Garganta de las Lanchas | Fuente: Web oficial Turismo Castilla La Mancha

 

Entre las abundantes zonas verdes, se encuentra también la Reserva Natural Laguna de Peñahueca, otro de los humedales toledanos de gran valor paisajístico. Se trata de una zona de humedales, entre los cuales resurgen islas de pequeño tamaño.

Conviven en este medio especies como las grullas, que suelen aparecer por la zona durante sus viajes migratorios. Asimismo, podemos apreciar también flamencos, que pasean entre los juncos que allí se encuentran.

Se trata de un enclave exclusivo, puesto que al ser un humedal con base salina, la distinta fauna y flora que podemos encontrar aparece exclusivamente en esos suelos.

Uno de los paisajes más espectaculares de Toledo

Hablamos de las Barrancas del Burujón, uno de los lugares más mágicos que podremos visitar en la región. Además, tan solo se encuentra a media hora en coche de la capital toledana. Sus altos y escarpados peñascos han sido erosionados con el paso de los años formando un paisaje digno de visitar al menos, una vez en la vida.

El ambiente que transpira este lugar único imbuye en los visitantes una sensación de encontrarse en el más puro salvaje oeste. De hecho, hay quienes ven en este paisaje similitudes con el Gran Cañón del Colorado y llaman a este lugar ‘El Gran Cañón de la Mancha’.

Barrancas del Burujón / Miluna.es

La asociación de este paisaje con el del Colorado es causada por la cantidad de escarpadas arcillosas piedras de color rojizo. Éstas coronan las aguas del Embalse de Castrejón. Estos acantilados gozan de un sendero colindante por el que se puede andar y disfrutar de diferentes perspectivas del paisaje.

Se dice que estas barrancas han estado formándose durante aproximadamente unos 25 millones de años, debido a la erosión del agua y del viento.

Hoy en día, es posible recorrer casi la totalidad del complejo de reserva, gracias a un sendero ecológico que va desde las cárcavas hasta la orilla del propio embalse, abriéndose paso entre los desfiladeros.

Esto permite a todo visitante parar en los numerosos miradores que allí se encuentran para apreciar la belleza del paisaje de una manera más pausada.

 

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