La interesante historia de Toledo y El Greco

Doménikos Theotokópoulos, popularmente conocido como El Greco, nació el 1 de octubre de 1541 en Creta. Pero no fue hasta 1577 cuando se estableció en Toledo.

Anterior a esto, el artista vivió en su creta natal hasta la edad de 26 años. Allí aprendió del estilo posbizantino que imperaba en la isla. Posteriormente decidió asentarse en una ciudad completamente ajena a lo que estaba acostumbrado hasta entonces: Toledo, donde residió hasta su muerte en 1614.

Una formación compleja para un artista complejo

El marcado estilo de su obra viene dado por lo compleja que fue su formación. En su carrera como pintor influyeron tres corrientes culturales: en primer lugar, el estilo bizantino provocó que afloraran aspectos importantes en su estilo a lo largo de su etapa madura.

Posteriormente, el artista aprendió técnicas de pintura al óleo durante su estancia en Italia, así como elementos de la gama cromática. La etapa final de su formación fue en Roma, donde aprendió técnicas del marinerismo de Miguel Ángel que más tarde pasarían a ser su estilo más personal.

Un pintor único en la historia de Occidente

Durante los años posteriores a su muerte, existía una visión generalizada sobre El Greco que afirmaba el hecho de que era un pintor marginal y algo excéntrico. Sin embargo, muchas son las voces expertas que hoy día lo consideran uno de los pintores más grandes de la historia de Occidente.

Quizá no se le supo valorar adecuadamente en su día. Su obra está estrechamente ligada con la devoción por la Iglesia, ya que en aquellos tiempos, en muchas ocasiones el arte y la religión iban de la mano.

El paso del Greco por el mundo de la pintura dejó numerosos y enormes retablos en lienzo para iglesias o instituciones religiosas, así como un grupo de retratos considerados comúnmente de máximo nivel. Una de sus mejores obras que realizó en la Península es Entierro del Conde de Orgaz, la cual le encargaron en el 1586.

El entierro del Conde de Orgaz / Imagen: Manuel Blas

 

Esta obra de arte pertenece al estilo marinerista. Se trata del entierro de Gonzalo Ruiz de Toledo, que tuvo lugar dos siglos antes de que el Greco decidiera retratarlo. Es un óleo sobre lienzo que se puede visitar actualmente en la Iglesia de Santo Tomé.

Al artista se le encargó realizar algunos trabajos para esta iglesia con el fin de decorarla. La escena representa un entierro del siglo XIV, en el que los caballeros presentes mantienen indumentarias del siglo XVI. Según dicen los expertos, los caballeros retratados en esta pintura eran personas residentes en Toledo.

La Casa-Museo de El Greco en Toledo

Abierta al público se encuentra en toledo esta casa-museo, cuyo proyecto data de principios del siglo XX y se encuentra en la judería toledana de la edad media. Su intención es recrear el contexto histórico de la vida de El Greco y Toledo, ya que se dice que el mismo vivía por esta zona.

Autorretrato de El Greco / Imagen: El Mundo

 

El abundante patrimonio cultural y artístico que podemos encontrar en la ciudad de Toledo refleja la madurez profesional y el triunfo como artista del pintor. Cultivó muy personalmente su obra reuniendo todo lo que aprendió en su estancia en Italia, Creta y en la Península. De esta manera consiguió dejar constancia de su exclusividad como artista.

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