7 cosas (curiosas) que no conocías de Toledo

Muchos de vosotros conoceréis los grandes atractivos que ofrece la ciudad de Toledo; también sus pueblos. Sin embargo, los entresijos de esta ciudad parecen no acabar nunca. Así que, si aún te quedan dudas para atreverte a visitar la ciudad, ahí van 10 cosas (curiosas) que no conocías de Toledo.

1. Luz y más luz

Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Toledo es la tercera ciudad con más horas de sol al año; tan solo por detrás de Huelva y Málaga. Con un total de 3.040 horas de sol anuales, Toledo se convierte en un lugar idóneo donde aprovechar todo su potencial para los amantes del ocio diurno. ¡Ojo! Cuando se esconde el sol en Toledo, la ciudad se convierte en un espectáculo visual nada menospreciable.

2. Musa de artistas

Desde sus inicios, Toledo ha sido una ciudad que ha inspirado a destacados artistas que han pasado a los anales de la historia. Numerosos escritores, pintores, dramaturgos… Todos han caído bajo el influjo toledano. Aunque todos conocen la predilección de El Greco por esta ciudad manchega, Vicent Van Gogh y Pablo Picasso también cayeron rendidos a ella.

Fray Luis de León, uno de los poetas más influyentes del Renacimiento, probablemente compuso  su Profecía del Tajo, durante su estancia en la ciudad. Por su parte, el gran dramaturgo Lope de Vega pasó ocho años de su vida en Toledo. También pisaron sus calles personajes tan ilustres como Garcilaso de la Vega, María Pacheco, Benito Pérez Galdós y el célebre arquitecto Alonso de Covarrubias.

3. Ejecuciones públicas en Zocodover

Fotografía: Lourdes Cardenal

La Plaza de Zocodover se conforma como un lugar de obligada visita para lo que quieran conocer Toledo. La belleza del lugar narra miles de historias y eventos que allí se realizaban. Además de corridas de toros, desfiles y recepciones, esta plaza también fue el escenario de ejecuciones públicas.

Durante la Edad Media, los malhechores y los condenados por la Inquisición daban por finalizada su existencia ante la mirada de la multitud. Una barbarie que acabó con la última ejecución pública en 1822 utilizando el garrote vil.

4. El entierro de los Reyes Católicos

Fotografía: Txispun

A pesar de estar enterrados en la Capilla Real de Granada, los Reyes Católicos eligieron Toledo para su descanso eterno si no llegaban a conquistar Granada. El Monasterio de San Juan de los Reyes, construido en gótico florido, fue encargado por los monarcas para conmemorar la Batalla de Toro en 1476. Sin embargo, Granada cayó en manos cristianas antes de lo esperado y, por ende, los Reyes Católicos yacen desde entonces en la ciudad andaluza.

5. Ciudades hermanadas

Fotografía: wikimediacommons

Toledo cuenta con un total de diez ciudades hermanadas por toda la geografía internacional: Agen (Francia), Aquisgrán (Alemania), Corpus Christi (EE.UU), Damasco (Siria), Guanajuato (México), La Habana Vieja (Cuba), Nara (Japón), Safed (Israel), Veliko Tarnovo (Bulgaria) y Toledo (EE.UU). El hermanamiento con esta última ciudad son las primeras del mundo: desde 1934.

6. Cadenas de hierro

Visitar el Monasterio de San Juan de los Reyes es primordial para contrastar por qué la ciudad es tan mágica. Su fachada es todo un espectáculo para la vista por la riqueza arquitectónica que alberga la construcción, así como por la variedad de santos franciscanos que acompañan a San Juan Evangelista, dentro de un arco conopial. Emblema de los Reyes Católicos por excelencia, alberga un símbolo que prima sobre todo y extraña al viajero que las divisa: unas cadenas de hierro.

Simbolizan el esfuerzo que efectuaron los Reyes Católicos para la liberación de los prisioneros que se encontraban en manos musulmanas en las ciudades de Málaga y Almería. Cuenta la leyenda que en el mismo barrio judío donde se ubica el templo un célebre herrero realizaba grandes cantidades de cadenas de hierro. Cada noche, en su taller, salían partidas de las mismas con destinatarios desconocidos. Es por ello que las cadenas de los cristianos rescatados llevaban el sello del judío toledano; por ende, las cadenas debían volver a su lugar de origen: Toledo.

7. La ventana más pequeña del mundo

El Casco Antiguo toledano alberga singularidades solo propias de una ciudad con tanta historia. El él, se encuentra la ventana más pequeña del mundo. Y no es una leyenda, si no que está amparada por la certificación de Guinness World Records. Esta ventana está ubicada en la calle Sillería, concretamente, en el Casón de Los López, del siglo XVI.

Sus medidas son inferiores a las de la palma de una mano. Además, la ventana posee una inscripción que se traduce como ‘Gracias Alá’; otros autores afirman que está escrita la palabra Talaytula (así llamaban los árabes a la ciudad de Toledo).

8. Todo por el vino

La Mancha Alta toledana siempre ha llamado la atención de todos aquellos que han querido poseer los mejores vinos; su terruño único siempre ha dotado a las vides de unos aromas y sabores únicos y excepcionales. Por ello, no nos extraña que todas las civilizaciones hayan incorporado esta bebida a sus propias culturas.

Tan preciado ha sido el vino en la historia que, cuando llegaron los musulmanes a la Península Ibérica, sortearon la prohibición de las bebidas alcohólicas dictadas por el Corán instaurando el Califato de Toledo. Des esta manera, tenían la potestad de poder manipular el vino.